2/29/2016

30-Barca a la luna.

Caída libre es una sensación muy espeluznante. Como cuando los músculos se relajan y todo el cuerpo experimenta la sensación de caída, así es como Ichinén y sus compañeros sentían la caída del palacio de Rokuten. Caer de ese lugar al oceáno del universo no era simplemente, como saltar de un acantilado. El impulso con el que habían saltado no tenía freno ni resistencia, seguían una velocidad constante y sin desaceleración. El andamiaje del universo pasaba raudo a todo su alrededor. Formas geométricas se fundían con lineas para dar un aspecto incomprensible y cambiante al escenario que los rodeaba en su vuelo. Los gatos eran los que peor la pasaban, la sensación de vértigo les era en extremo desagradable. El andamiaje del universo, donde se asienta la realidad, estaba detrás de esas bambalinas cósmicas. Habían llegado donde ningún mortal común había logrado llegar previamente.
Ichinén tuvo una idea en algún punto de ese interminable discurrir. Sujetando bien con un brazo a Teban, desenvainó a Daimoku para engancharse de algún entramado del andamiaje. Tres veces lo intentó y finalmente consiguió, el rulo al que enganchó la espada parecía estar hecho de pura energía y tenía la consistencia de una planta blandengue. Victoria hizo saltar a Dulce al pasar junto a los otros, así poder imitar el freno con su espada Karma.
-Excelente idea, Ichinén. Mi estomago, que se quedó en el palacio de Tenyi-Ma, te agradece ese viaje presecindible.-maulló Teban.
-Salimos, eso es lo que importa.-respondió el guerrero.
-Si, pero ahora estamos atascados en el andamiaje universal. No hay precisamente caminos en este... no-lugar. No existe como tal cosa, por eso es el andamiaje.-replicó Dulce.
-No se quejen, felinos. Peor era quedarse en el palacio de los deseos, alucinando con mentiras del Rey Demonio.-acotó Victoria.
-Si, vi muchas cosas mi pasado... A vos te ocurría lo mismo? Cuando te desperté, hablabas entre...-comenzó Ichinén, pero Victoria lo cortó en seco.
-No quiero hablar al respecto.-y diciendo esto emprendió el descenso por una "rama" del andamiaje.-Vamos a inventar un camino. Mientras sea uno que nos aleje de Rokuten...-
Ichinén miró a todos y emprendió el descenso. Estuvieron así varias horas, preocupados en parte por una posible persecusión por parte de los demonios. Conforme pasaba el tiempo, vieron que eso era improbable. Ni todos los demonios podían abarcar cada una de las direcciones del andamiaje. No era para nada probable que los encontraran. Fue Teban quien se frenó en una plataforma natural en ese psicodelico entramado, mirando un punto en el vacío.
-¿Que ocurre, Teban?-inquirió Victoria.
El felino tardó un poco en responder.
-No lo se, veo un punto luminoso allá. Se comporta de manera extraña.-
Todos buscaron con la vista, pero había muchos puntos luminosos en el trasfondo del andamiaje, incluso algunos tan cambiantes que no se podía asegurar que hubieran brillado alguna vez.
-No veo nada.-comentó Dulce.
-Allá! Y se está acercando!-exclamó el gato.
Ahora si, podía distinguirlo de entre tantas otras luminosidades y brillos. Ciertamente, la pequeña lucecita se acercaba a ellos. De ínfimo punto pasó a algo más grande, pero todavía más rápido se conviertó en una bola y continuaba creciendo. En tanto se hacía más grande, más veloz se aproximaba. En un momento, temieron que fuera a chocar contra ellos. Tanto que se taparon el rostro por el tremendo resplandor y contuvieron el aire temiendo el choque. La luz frenó repentinamente, justo delante de ellos, toda gigante. Al ir aplacandose la luminiscencia, pudieron distinguir la forma de un barco.
Era como un galeón o galera, pero ninguno era experto maritimo para asegurarlo. La luz les fue dejando verlo y distinguir algunos detalles, como que llevaba gente en su interior.
-El guerrero Ichinén, presumo.-se escuchó una voz desde dentro.
Ichinén miró a los otros y respondió con desconfianza.
-Soy yo.-
Una explanada se alargó hasta la plataforma donde se encontraban. 
-Bienvenidos al barco de Ku, el navío del vacío. Suban!-dijo la misma voz, al ver que dudaban aseveró.-Los demonios puede que no tarden mucho en llegar, venían por estos lares, pero ya nos requisaron.-
Aun con cierta reticencia, subieron al barco por la tabla. Ya en el interior, se encontraron con mucha gente en su interior. Casi todos eran jóvenes, no pasarían de los veinte, había incluso algunos bebés. 
-Bienvenidos a bordo, soy Abel, un mero tripulante. El barco Ku no tiene capitán, solo tripulantes y no son estables por cierto.-
Por la voz supieron que era quien los había invitado a subir. Era un joven de largo cabello lacio y oscuro, muy tostado por el sol.
-Gracias. No sabía como me conocías.-comentó el guerrero.
-Ah, todos oimos hablar de Ichinén, pero hace poco rato, unos demonios revisaron el barco en su busca.-explicó Abel.-Por eso me parece dudoso que vuelvan a buscar aquí. Están seguros con nosotros.-
Abel les mostró el barco y relató algunas otros datos útiles. 
-Somos 196 tripulantes y estamos en dirección a la luna, desde allí creo que podrán ir a cualquier lado que necesiten.-
-Ichinén...-susurró Victoria, tratando que Abel no escuchara.-Esta gente... están...-
-Muertos.-completó el tripulante que los guiaba.-Esa es la palabra que estás buscando.-
Lo sucedido en la Posada, no le traía buenos recuerdos a Ichinén, y esto lo puso alerta.
-No te preocupes, nosotros estamos en la barca del vacío, Ku, vamos a fusionarnos al universo. No somos como otros que hayas encontrado. Todos nosotros estamos juntos en esto.-
-Conocí un lugar, la Posada de Los Muertos. No fue una experiencia agradable.-
-Si, me suena. Esos difuntos se encuentran en un estado tan bajo que quedaron atrapados allí y en la forma que estaban. Será muy dificil que puedan avanzar a algo más.-
-¿Que les ocurrió a ustedes?-preguntó Victoria.
-Una gran tragedia, todos fallecimos por la misma causa...-
Abel se tapó la boca, agobiado por los recuerdos. La calma que había mostrado hasta el momento pareció esfumarse ante el recuerdo de lo que debió ser esa experiencia horrible.
Un silencio irrompible llenaba el vacío. Cuando una voz gritó de alarma. 
-Abel, los demonios se acercan. Tres naves, a popa.-
-Estos demonios pueden venir y revisar pero si esperan atacar, están olvidando que barco atacan. A los cañones!-exclamó Abel.
La tripulación se movió toda como una. De los costados del barco y en la parte trasera salieron unos cañones.
-Ichinén, nos vendría bien una mano.-
-Lo que necesites.-respondió el guerrero.
Todos los otros tripulantes que estaban libres tomaron arcos, lanzas y comenzaron a disparar en contra de las naves que los perseguían.
Los proyectiles eran de pura energía una vez que salían del barco y daban en los perseguidores. Victoria y él tomaron el mando de un cañón cada uno, Abel les explicó brevemente como disparar. Estos disparaban directamente esferas de energía contra los demonios. Las flechas y lanzas dificilmente lograran hacer mella en las naves de los demonios, según podía ver Ichinén. Se lo hizo saber a Abel, pero el otro lo tranquilizó.
-No podriamos detenerlos del todo, estos bichos son muy tozudos. Solo tenemos que llegar al conducto que nos saque del vacío y nos devuelve al espacio normal.-gritaba Abel por sobre el ruido mientras el disparaba también.-Una vez en tu mundo, llegaremos a la luna. Después de atravesar el pasaje, los demonios no nos pueden seguir, hay caminos que les están vedados incluso a ellos.-
Continuaron disparando, pero los demonios parecían no darse por enterados. En un momento una de las naves igualó la vertiginosa velocidad del Barco Ku y se puso a la par sobre estribor. Abel y Victoria concentraron el fuego de sus cañones, ya que estaba de su lado. Los demonios también respondían el fuego, pero aunque el barco se sacudía, no parecía peligrar. Un grito a proa hizo que Ichinén girara la cabeza.
-El pasaje, lo veo adelante.-
Ichinén apenas distinguió el vislumbrar de un círculo por sobre el mascarón del barco. Volvió a su tarea con el cañón y esperó para acertarle de pleno a un navío enemigo. Esperó, lo midió, tanto tardó que Abel pensó que se había quedado paralizado y estaba a punto de tocarlo en el brazo. Temiendo que se hubiera dormido con los ojos abiertos. Siguiendo el instinto, el guerrero disparó y la explosión se esparció por la nave de los demonios. Los tripulantes vitorearon el éxito, pero vieron acercarse otra nave. La tercera tomaba su lugar, y fue recibida con calor por los disparos a babor. Sobre estribor al que disparaban Victoria y Abel intentaba chocar contra ellos y abordarlos. Las flechas y lanzas surtieron mayor efecto aquí.
El cielo pareció volverse solido, a diferencia de la liquidez que parecía tener antes. Por lo que Ichinén pudo ver que ya estaban en el conducto. 
-Aguanten! Ya estamos por salir del conducto.-
Los demonios atacaban con más furia, viendo que la presa se les estaba por escapar. Ambas naves que quedaban chocaban e intentaban abordar. El barco crujía y se quejaba. Ichinén sintió una explosión a sus pies, habían dado sobre la base en que estaba su cañón. La popa comenzó a deshacerse a disparos. El cañón de Ichinén y el del otro tripulante a su lado fue impactado por la nave enemiga. El guerrero cayó hacia atrás y vio como el arma se iba velozmente por el vacío. La velocidad parecía querer arrastrarlo a él también. Ichinén se agarró de donde pudo, rogando porque no faltara mucho para salir, ya que los brazos no le aguantarían mucho más. Vio a Teban y Dulce, escondidos en un rincón en la parte delante del barco. La nave enemiga que los chocaba de babor también explotaba y se perdía en el vacío, gracias a Victoria y Abel.
-Ya llegamos!-gritó Abel.
Ichinén agradeció para sus adentros sintiendo como el brazo le quemaba y la fuerza del vacío lo tironeaba. 
Repentinamente, el tironeo, la fuerza, la persecusión; todo acabó. Por sobre sus cabezas se encontraba un cielo estrellado, como al que estaban acostumbrados. El festejo fue ensordecedor y relajante. Abel ayudó a Ichinén a levantarse y lo palmeó en el hombro.
-Ahora si, vamos a la luna.-diciendo esto señaló por un costado de la proa.
Allí podía verse, gigante como nunca podrían verla en otras circunstancias, la luna.